¿Cómo?

¿Cómo hacer?

Estar al tanto de lo que pasa en el mundo, y en el país, la ciudad, el barrio.
Asistir a la desigualdad, la alienación, la deshumanización, y todos sus etc.

Mirar el y ver. A veces angustia

¿Cómo saber y no rendirse?

Tener esperanza, fuerza para construir, flexibilidad para entender, paciencia para explicar. Ladrillo a ladrillo una escuela de teatro es una utopía.

A veces no lo sé. Me canso, me frustro, me enfado, me ninguneo, me rindo. A veces no puedo más.

Entonces necesito salvarme de ser un producto y buscar formas de ser creadora.

En general suelo mirar cerca, muy cerquita de mí y ver personas, gente de verdad, sin Photoshop, quizás sin likes.

Ser escuela de teatro es invitación al espejo.

Cada vez abrazo más. Sinergia de amor. Entonces creo. Y sonrío.

Hora de volver al aula. Abrazar también las clases, el teatro, la biodanza, el clown. Porque son los caminos que me acercan a la gente.

Entonces La Barca es más que una escuela de teatro. Es un puente que algunos días me da sentido.

Como hoy.

 

Patricia Davis

Patricia Davis

Llevo más de 25 años trabajando con grupos, focalizada en el desarrollo tanto a nivel personal como grupal y comunitario.